Instintos básicos: ¿qué son?
Los instintos básicos o variantes instintivas son parte de nuestra personalidad, se combinan con el eneatipo para dar un matiz importante a las características propias del mismo.
Hay tres variantes instintivas que indican los diferentes aspectos de la vida en que se van a centrar los intereses y preocupaciones particulares de cada tipo.
Los tres instintos básicos estarán en diferentes “proporciones” en nosotros/as, así todos/as tendremos un instinto predominante, que será aquel que ha estado más distorsionado en la infancia, uno secundario y uno oculto (con el que apenas contactamos)
Los instintos son independientes del eneatipo, es decir, aunque no tengas conocimientos del eneagrama , puedes identificar tu instinto, ya que funciona independientemente del tipo. Si quieres saber más sobre esta herramienta, aquí te recomendamos algunos libros básicos sobre el eneagrama
Las variantes instintivas se fundamentan en los tres instintos primarios que motivan el comportamiento humano: el instinto de conservación, el instinto social y el instinto sexual. Así, cada tipo del eneagrama tiene tres variaciones basadas en los tres instintos.
El hecho de combinar los 3 instintos con los 9 eneatipos nos da una visión más completa y fiable de la personalidad, ya que estamos hablando de 27 “formas de ser”, lo que permite un mayor grado de detallismo.
Los instintos básicos son importantes en el trabajo de crecimiento de uno mismo, puesto que cumplen un papel fundamental en la forma en que nos relacionamos con los demás y en cómo interactuamos con el mundo que nos rodea
La variante instintiva de conservación
Las personas que tienen como dominante el instinto de conservación, les preocupa mantener la seguridad y comodidad física.
Para ellos lo principal es la casa, la ropa, la comida, el dinero y la salud física y pueden descuidar otros aspectos al estar tan centrados en estos.
Cuando están sanas, son personas prácticas, que se ocupan de sus necesidades básicas, crear un ambiente seguro, cuidar de los espacios en los que se mueven, llevar al día sus cuentas… con el objetivo de moverse en un ambiente seguro y cómodo.
En estado medio, empiezan a cuidarse mal, pueden tener trastornos en el sueño y la comida, comprar en exceso, acumulan demasiadas cosas…
En su peor estado, se obsesionan por la salud, dejan de ser tan prácticos, y sus finanzas pueden desequilibrarse. Podrían llegar a ser autodestructivos.
Instinto conservación poco desarrollado.
No hay preocupación por atender los asuntos básicos de la vida, no dan importancia al cuidado de la salud, de la comida o el sueño. Descuidarán la parte económica, así como la administración de su tiempo y recursos.
En casos extremos, cuando el conservación no está entre los instintos básicos, podrían sufrir efectos perjudiciales en todos los ámbitos de su vida: laboral, social, material y físico.
La variante instintiva social
El instinto social está relacionado con el deseo de caer bien, ser valorado y sentirse seguro con otras personas, ya que somos seres sociales y al estar solos podemos sentirnos vulnerables.
Les gusta participar y disfrutan relacionándose con otras personas. Necesitan sentirse valiosos cuando participan en actividades con los demás (familia, amigos, grupos…).
Son muy conscientes de las relaciones jerárquicas y de poder, y quieren ocupar un lugar dentro de la estructura social (búsqueda de atención, reconocimiento, liderazgo…)
En su mejor estado, poseen una importante inteligencia contextual, pueden ver su trabajo y efectos en un contexto más amplio. Disfrutan relacionándose con otras personas.
En estado insano, se van al extremo contrario volviéndose antisociales, resentidos con el mundo. Temen y desconfían de los demás y sus relaciones no son positivas ni sanas, pero tampoco pueden dejar de lado a los otros.
Instinto social poco desarrollado.
Los instintos básicos tienen que estar equilibrados, si este está en un nivel muy bajo, no hay un deseo natural de interactuar con otras personas. No ven la necesidad de crear y mantener conexiones sociales.
Participan lo mínimo en la comunidad, e interactúan poco porque creen que ni ellos necesitan a los otros ni los otros los necesitan a ellos. Pueden aislarse y generar malos entendidos en las relaciones.
La variante instintiva sexual
Hay una constante búsqueda de contacto uno a uno, y una mayor atracción por experiencias intensas (no sólo de índole sexual). Son adictos a la intimidad.
Buscan un contacto intenso en todo, en actividades de riesgo, una película emocionante, una conversación profunda…
En el lado positivo, poseen un enfoque de la vida amplio y exploratorio; en el lado negativo, les cuesta centrarse en sus verdaderas necesidades y prioridades.
Tienen dificultades para centrarse en sus proyectos o para cuidar de sí mismas, porque siempre están buscando fuera alguien que las complete. Pueden llegar a obsesionarse con otra persona si creen que es esa persona especial.
En su peor estado, pueden descuidar sus necesidades básicas, al centrarse tanto en algo o alguien en el que centran todo su tiempo y atención. Se vuelven cada vez más dispersos y podrían quedar atrapados en actitudes temerosas y disfuncionales.
Instinto sexual poco desarrollado.
Si este es uno de los instintos básicos menos desarrollados, no hay preocupación por la intimidad, ni por buscar estímulos mentales o emocionales. No siente entusiasmo por las cosas, prefiere caer en rutinas y se siente incómodo/a ante lo desconocido.
Puede conectar a un nivel superficial con otras personas, pero con dificultades para una verdadera intimidad.
INSTINTOS BÁSICOS. ¿EN QUÉ SE FIJA CADA UNO?
Quizá un ejemplo práctico te sirva para ver más claro cuál es tu instinto dominante o el de otras personas. Si entras en una habitación, el la tipo:
- Conservación se fija en la temperatura de la habitación, la comodidad del espacio, la comida…
- Social advierte de quién está hablando con el anfitrión, quién tiene el poder, quién podría ayudarlos…
- Sexual se centra en encontrar a las personas más interesantes, y se dejan llevar por lo que les atrae.