Diferencia entre estrés y ansiedad: el estrés y la ansiedad son dos reacciones del cuerpo que sirven para protegernos, pero cuando ocurren de forma constante puede llegar a ser patológico y es necesario acudir a un especialista. Por sus síntomas, diferenciar el estrés de la ansiedad puede ser complejo, pero es importante que aprendas a reconocerlos para que puedas aprender a reducirlos o puedas comunicarte mejor con tu psicólogo.
Algunos conceptos sobre estrés y ansiedad
Antes de entender la diferencia entre el estrés y la ansiedad, es importante que conozcas cuándo aparecen, cuáles son los síntomas y sus características principales. También es importante diferenciar entre estrés y ansiedad puntuales o crónicos. Ya que en el segundo caso, nuestra calidad de vida puede empeorar drásticamente, en cambio, en el primer caso, ambos son positivos y sirven para regularse en situaciones complicadas.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta fisiológica y en ese sentido, no hay diferencias entre el estrés y la ansiedad. El estrés aparece cuando nuestro cerebro interpreta algo, es decir, el estímulo viene del exterior y luego en base a nuestro estado lo podemos interpretar de una forma estresante o no estresante, pero el inicio está fuera.
El estrés ocurre cuando nos sentimos en peligro. Antes era útil para por ejemplo evitar enemigos o depredadores. Ahora aparece cuando nuestra pareja nos dice “tenemos que hablar”, tenemos que evitar un obstáculo en la carretera, no llegamos a final de mes o intentamos entregar un trabajo en tiempo récord.
Para todo esto el estrés puede ser útil y en ocasiones inutil. El problema de verdad es cuando el estrés es demasiado extremo ante situaciones cotidianas.

¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es también una respuesta fisiológica, aunque la principal diferencia entre el estrés y la ansiedad, como verás más adelante es que en ocasiones la ansiedad aparece de forma repentina. Es muy común que no podamos identificar qué ha provocado la ansiedad.
La ansiedad se desarrolla “dentro”. El sistema nervioso autónomo y su rama simpática provocan una serie de reacciones en el cuerpo ante una complicación que muchas veces no es demasiado intensa o una situación prolongada en el tiempo.
Por ejemplo, una persona que lleva meses buscando pareja porque se siente sola, puede tener ansiedad cada vez que es consciente de ello o lo piensa. Y a menudo esto le provoca palpitaciones rápidas o sudoración.
¿Cuál es la diferencia entre el estrés y la ansiedad?
Hay dos formas de diferenciar el estrés y la ansiedad. Por sus causas y por sus consecuencias.
Por un lado, la causa del estrés suele ser un momento breve, determinado, un acontecimiento reseñable. Por ejemplo, mucha carga de trabajo. Aunque esto sea continuado, el hecho en concreto, se puede señalar y si desapareciera, acabaría el estrés.
En cambio, la ansiedad tiene su origen en nuestro interior y aunque obviamente guarda relación con el exterior, todo empieza en nuestro sistema nervioso autónomo.
Por otro lado, aunque muchos síntomas son exactamente iguales cuando sufrimos un episodio de estrés o de ansiedad, también hay algunos como por ejemplo el mal humor o las náuseas que responden solo a uno de ellos.
¿Cuáles son los síntomas físicos del estrés y la ansiedad?
Entre las principales diferencias entre el estrés y la ansiedad están sus síntomas. En el caso de la ansiedad, los síntomas físicos preceden habitualmente a los pensamientos y emociones. Es decir, aparecen síntomas de la ansiedad como la sudoración o las palpitaciones y ante el malestar, las emociones y pensamientos se contagias y se vuelven también negativas.
En cambio, en el estrés son los pensamientos o las ideas sobre un acontecimiento las que provocan síntomas como el mal humor o una sensación de agobio.
Estos son los tres síntomas que comparten el estrés y la ansiedad:
- Ritmo cardiaco acelerado.
- Respiración rápida, corta y alta. A menudo también dificultad para respirar.
- Diarrea.
Algunos síntomas solo son propios del estrés:
- Sensación continua de infelicidad o de descontento.
- Mareos y náuseas.
- Sensación de soledad.
Y otros síntomas solo los padecen quienes sufren de ansiedad con frecuencia:
- Tensión.
- Sudoración excesiva.
- Sensación de intranquilidad o temor.
- Nerviosismo.
A menudo, quienes padecen estrés de forma cada vez más frecuente empiezan a padecer ansiedad, pues es el cuerpo el que se acostumbra y se acciona antes de que aparezca la situación complicada.
Por lo tanto, además de la causa, una de las principales diferencias entre el estrés y la ansiedad son sus síntomas físicos. O sea, los cambios que podemos ver en nuestro cuerpo.

¿Cuáles son los síntomas psicológicos del estrés y la ansiedad?
Los síntomas psicológicos del estrés y la ansiedad también son diferentes, aunque a menudo se confunden. Pero si sabes reconocerlos y reconocer en ti algunos de estos pensamientos o sensaciones, podrás decir exactamente qué te está ocurriendo y si es a menudo, podrás acudir a un profesional y explicarle tu caso en detalle.
Síntomas psicológicos del estrés:
- Irritabilidad, enojo y mal humor.
- Molestias constantes
- Aparentes ganas de pelear.
- Facilidad para encontrar problemas.
- Pensamientos negativos y pesimistas.
- Personas que establecen constantemente comparaciones.
- Pensamientos rápidos en bucle.
- Monólogos interiores destructivos.
- En extremo, sensación de parálisis mental.
- Actitud violenta o belicosa.
Síntomas psicológicos de la ansiedad:
- Preocupaciones por problemas aparentemente pequeños.
- Ganas de llorar o querer escapar de una situación por pequeña que sea.
- Dificultad para salir de casa o para tratar con los demás.
- Dificultad para la concentración.
Otra gran diferencia entre el estrés y la ansiedad, es que en el estrés, los síntomas fisiológicos siempre vienen precedidos o acompañados por síntomas psicológicos. En cambio, en la ansiedad pueden existir solamente síntomas físicos como la sudoración o las palpitaciones rápidas.